UN ESPACIO, DIFERENTES FUNCIONES.

En esta entrada os vamos a explicar algunas de las tareas que se pueden simplificar gracias a las soluciones de automatización de espacios en cuatro entornos diferentes: viviendas, oficinas, hoteles e industrias.

En una smarthome, entre otras funciones, se pueden programar electrodomésticos inteligentes como, por ejemplo, lavadoras y lavavajillas sin tener que variar las funciones de forma manual. Además, se puede saber el gasto que genera cada uno de ellos.

El sistema Smart detecta fugas de agua o posibles averías en tuberías a través de los sensores, y se notificarán vía móvil.

A través de la iluminación se pueden crear diferentes ambientes lumínicos y programar que se desactiven a una cierta hora del día.

En el caso de que haya que salir de casa, se puede conectar el modo “ausente”, que activa funciones rutinarias para que parezca habitada, evitando así visitas no deseadas.

En una oficina, la automatización puede integrarse en el espacio para facilitar tareas como: el control de accesos, con el que se pueden abrir las puertas de forma remota, crear fichajes de empleados con códigos numéricos y controlar tanto los turnos como las horas extras de los trabajadores.

También es posible proteger los equipos y los documentos importantes con sistemas de alarmas que, a través de los sensores detectan humos, altos niveles de CO2 y fugas de agua y gas.

En las oficinas, además, se controla toda la iluminación para que cada persona en su puesto de trabajo pueda tener unas condiciones óptimas de luz, lo que reduce la fatiga visual y el malestar general.

En el caso de que se detecte una subida en el nivel de Co2, se activa la renovación de aire.

En los hoteles, la automatización es esencial en todas las habitaciones para así garantizar la satisfacción de los huéspedes.

La inclusión de dispositivos de control en cada habitación le brinda al hotel seguridad y reducción de costes. Por ejemplo, al entrar en las habitaciones, los huéspedes no tendrán necesidad de llevar llaves, ya que pueden entrar por códigos numéricos y controlar quien entra y sale.

En el caso de que las habitaciones se queden libres, se apagan tanto las luces como la climatización para así conseguir un mayor ahorro energético. La iluminación en las áreas comunes se activa o desactiva según la presencia de los huéspedes.

En la industria, la automatización puede ser muy útil en la cadena de producción, ya que permite supervisar y corregir cualquier incidencia de forma más rápida y eficiente.

La iluminación puede ser regulada mediante sensores automáticos para ahorrar energía y aumentar la seguridad. El gasto de luz de un espacio de este tipo es mucho mayor debido a las horas de encendido. A través de la automatización, se pueden seleccionar las áreas para que se desactive la iluminación cuando haya menos actividad, como puede pasar en los turnos de noche.

En cualquiera de los espacios, automatizar las tareas cotidianas, permite disponer de tiempo para lo verdaderamente importante.